El Penedès es sinónimo de vino. Es tierra de viñedos y bodegas, de Cava y Corpinnat, de vinos tranquilos y de vinos espumosos. Es tierra de viticultura tradicional y de historia enraizada, podada, vendimiada. Es tierra fructífera, largamente fermentada y cuidadosamente embotellada para vestir nuestras mesas. El Penedès es una región que vale la pena descubrir, y una de las mejores formas de hacerlo es visitando las bodegas que hay repartidas por toda su extensión. Recientemente, con Pedratour hicimos una visita a las cavas Gramona, ahí en Sant Sadurní d’Anoia. Y quedamos tan impresionadas que nos gustaría compartir con vosotros nuestra experiencia.

Visita a los viñedos de Gramona

Gramona Cellers del PenedèsNuestra visita empezó con una vuelta en Jeep eléctrico por los viñedos de Gramona. Magníficas tierras, rodeadas de un paisaje bucólico y escoltadas al norte por Montserrat. Entre los viñedos encontramos trozos de bosque donde pastan las vacas, ovejas y caballos de la finca. En el corazón de este precioso entorno se alza la granja de Gramona, que pudimos visitar. En la granja tienen los animales, un huerto, y es donde elaboran los preparados biodinámicos. Y es que en Gramona se practica la agricultura ecológica y también la agricultura biodinámica.

La agricultura biodinámica es un enfoque holístico de la agricultura que considera la finca como un organismo en el que las plantas, los animales, la microbiota del suelo y los humanos están integrados. Incluye toda una serie de prácticas enfocadas a respetar la naturaleza y a fomentar las prácticas agrícolas tradicionales, rechazando el uso de productos químicos y los procesos mecanizados. Así pues, solo aplican al viñedo preparados biodinámicos a base de compostaje y plantas medicinales, que producen en la granja a partir de sus propios animales y de su huerto.

Eso sí, esto de la biodinámica también tiene su parte mística. La agricultura biodinámica trabaja con las “energías vitales de la naturaleza” y tiene en cuenta los “ritmos cósmicos”. Por ejemplo, las actividades del campo deben estar programadas en “días favorables”, criterio que tiene algo que ver con las fases del ciclo lunar, el sol y cuestiones de energías universales. No obstante, dado que esto se sale de mi campo de estudio, dejaré que lo exploréis por vuestra cuenta.

Independientemente del grado en que cada cual conecte con esta vertiente mística, lo que es innegable es que las prácticas agrícolas que emplean son respetuosas con el medio ambiente. Y la visita a los viñedos y la granja es una delicia.

Visita al Celler Batlle

Visita Caves Gramona Celler Batlle

Cerca de los viñedos, Gramona tiene el Celler Batlle. Ahí se lleva a cabo la selección, el prensado y la elaboración de algunos de sus vinos, los que no son de larga crianza.

De entrada, el Celler Batlle nos impresionó por su arquitectura moderna e integrada en el paisaje. La bodega apuesta por el respeto al paisaje, el uso de energías renovables y la aplicación de técnicas que minimicen el impacto ambiental. Todo ello con la ayuda de la tecnología más avanzada. Todo un ejemplo de sostenibilidad, vaya.

El interior es sobrecogedor. Los tanques de acero inoxidable, enormes e impecables, ofrecen una visión imponente. Pero lo más fascinante es el rincón donde fermenta el vino. Filas y filas de botellas perfectamente colocadas, llenando las paredes desde el suelo hasta el techo, con una simetría embrujadora y una rara belleza. Podría haber pasado horas mirándolas.

Visita a la Cava Historica

Visita a les Caves Gramona Cava HistòriaVisita Gramona Cava Històrica

En el núcleo urbano de Sant Sadurní, debajo del restaurante y del espacio para eventos, Gramona esconde un tesoro ancestral: la Cava Histórica. Es en este sótano donde reposan los espumosos de larga crianza de Gramona. Una bodega antigua y polvorienta, fría, oscura y silenciosa. Pasearse por ella produce la misma sensación de sobrecogimiento que una iglesia. Una mezcla de paz y exaltación espiritual, un sentimiento de estar en un lugar sagrado. Podría muy bien ser una visita a una cripta medieval. Las botellas, oscuras y cubiertas de polvo, descansan ahí en silencio, algunas desde hace más de 15 años, como reliquias, como fantasmas.

Aquí, todo se hace a mano. Y es fácil imaginarse a la gente rotando las botellas una a una, metódicamente y casi con afecto, como si de un ritual litúrgico se tratase. Es francamente una visita mística.

Y, al fondo, una sala museo con instrumentos de la viticultura tradicional e incluso alguna pieza artística. En conjunto, todo ello es como un paseo al pasado, por un lugar sagrado repleto de historia y de memoria. Tiene algo que te toca por dentro, que te remueve, que te inunda de un sentimiento indescriptible. No sabría encontrar las palabras. Es mágico.

Menú Gran Reserva: menú degustación con maridaje

menú degustacióGramona menú degustació

La visita que hicimos nosotras incluía un menú degustación con maridaje de 4 productos de Gramona. El espacio, elegante y acogedor y con un enorme ventanal que lo llena de luz y ofrece magníficas vistas. La comida, excelente. Mediterránea, pero elaborada con mimo y con una presentación impecable. Y los maridajes, perfectos –aunque yo no soy una entendida, ni mucho menos.

Comida y vinos buenísimos y sin regatear en las cantidades. Salimos todas muy llenas y habiendo dejado más de una copa sin vaciar. No es uno de esos menús degustación de “Vale, riquísimo, pero tendré que comer otra vez”. Y la atención fue excelente. La verdad, no hay lugar para queja alguna.

Visita a las Cavas Gramona: una experiencia enoturística inolvidable

Gramona menú degustació

Poco me queda ya por decir. No soy una gran experta en enoturismo –y no tengo ninguna intención de hacerme la entendida–, pero os digo con total honestidad que disfruté muchísimo de la visita. El entorno de los viñedos me sedujo ya de entrada, los gatitos que había en la granja me robaron el corazón, el Celler Batlle me impresionó profundamente, la de la Cava Histórica fue una visita mágica, y con la comida acabé un día redondo con buen saber de boca –y una cierta sensación de ligereza, debo admitir–. No podría haber pedido más.

A raíz de esta fantástica visita a las cavas Gramona, des de Pedratour decidimos preparar unos paquetes para que vosotros también podáis disfrutar de esta experiencia. Por un lado, os ofrecemos el mismo paquete del que disfrutamos nosotras, con la visita al viñedo, al Celler Batlle, a la Cava Histórica y el menú Gran Reserva. Por otro lado, os damos la opción de hacer una versión reducida, visitando solo las dos bodegas y haciendo una cata de vinos con aperitivo.

Escojáis la visita que escojáis, os encantará. Es una actividad perfecta para una mañana activa, pero relajada. Ya seáis apasionados del mundo del vino o aficionados, ya vengáis solos o en pareja o con amigos, es una espadita encantadora. Y ahora en primavera, que brotarán las vides y todo el Penedès será verde y dorado… Encantador. El entorno es una maravilla, los productos son de primera y las guías son muy amables. Una visita muy agradable e interesante, incluso para alguien que, como yo, no tiene mucha idea de vino –aunque lo disfruto enormemente desde la ignorancia.

¡A vuestra salud!