Bueno, aprovechando que el otro día os eché el rollo de por qué el turismo rural es súper guay y de por qué hace falta promoverlo, hoy os traigo una selección de nuestros hoteles rurales favoritos. No me mojaré diciendo que son los mejores –no vaya a ser que alguien me acuse de hacer publicidad engañosa–, pero los conocemos todos de primera mano y cada uno de ellos tiene algo especial. Son, sin lugar a dudas, hoteles rurales con encanto.

El Castell de La Pobla de Lillet es el hotel perfecto para una escapada romántica al Berguedá. Se encuentra en La Pobla de Lillet –seguro que nunca lo habríais adivinado–, en un rinconcito íntimo de su núcleo medieval y ni más ni menos que en un edificio del siglo XIII totalmente rehabilitado para ofrecer las mejores comodidades. Es ideal para parejas, muy romántico, pensado para relajarse y desconectar mientras se disfruta de una experiencia gastronómica. Es el primer hotel Adults Only del Berguedà; rústico, acogedor y elegante al mismo tiempo; ingredientes clave para una noche romántica. Y, por si fuera poco, chimenea, SPA privado y servicio de masajes. ¿Se puede pedir más?
Lo regenta una pareja adorable, muy acogedora. Él es el chef, que diseñará un menú degustación sorpresa para nosotros, elaborado con productos locales, y que preparará enteramente delante nuestro, puesto que comeremos en la misma cocina mientras disfrutamos de un espectáculo de showcooking.
Ofrece, además, un espacio natural privilegiado y repleto de patrimonio cultural, des de románico hasta obras de Gaudí, como los Jardines Artigas.
Un lugar extraordinario para una escapada en pareja. Turismo rural de calidad, con toda la magia del pasado histórico y el entorno natural y con toda la comodidad y modernidad de un hotel pensado para una escapada romántica.
Ca l’Amagat es un clásico de Bagá. Un gastrohotel muy acogedor y con una larga historia familiar: empieza hace 4 generaciones, a principios del siglo XX, con una taberna, luego posada y, más tarde, los padres de los actuales propietarios reformaron todo el establecimiento. Un hotel pequeño, cálido y familiar que cuenta con uno de los mejores restaurantes del pueblo. Cocina casera y tradicional catalana que conserva los sabores clásicos de la cocina rústica de montaña, pero con un toque de vanguardia. El alojamiento rural por excelencia, sin más pretensión que la de hacer que el visitante se sienta como en casa, a las puertas del Parque Natural del Cadí-Moixeró y en el centro mismo de la capital histórica del Alt Berguedà. Ideal para pasar una semanita descubriendo el Pirineo bergadán.


El Rústic Vilella es una casa rural de Gisclareny que se alquila por habitaciones. Es rústica, muy acogedora y pequeña, todo queda en familia. ¡Como en casa! Ofrecen también una cabaña sobre los árboles, fantástica para una escapada romántica y salvaje con la pareja. Las habitaciones tienen vistas espectaculares y es que, francamente, la casa se encuentra en un lugar privilegiado. Es una alojamiento muy cómodo, apartado del pueblo, con un jardín espléndido y piscina climatizada. Es ideal tanto para parejas como para familias y también se organizan retiros, de esos para saborear la paz y la naturaleza… Si buscas escapar de todo, es tu lugar. Y, como no podía ser de otro forma, cuidan de la comarca apostando por el turismo sostenible, ofreciendo cargador de vehículo eléctrico gratuito y basando su cocina en el producto local. ¡Vale la pena!
Cal Franciscó, en Gósol, es un hotel ubicado en una preciosa casa rural, en uno de los pueblecillos más encantadores del Macizo del Pedraforca. Las habitaciones son rústicas, pero estan totalmente reformadas y resultan de lo más acogedoras. El ambiente es tranquilo y familiar. Tiene magníficos exteriores e interiores cálidos, y un fantástico restaurante de cocina casera con productos del Berguedá y de elaboración propia. Y el entorno… espléndido. ¡Caballos, terneros y ardillas en la puerta! ¡Y el Pedraforca a un tiro de piedra! No podéis dejar de pasar ahí un fin de semana, por lo menos.


Un estilo similar tiene Cal Gabriel, en Tuixent, también cerca del Pedraforca. Cal Gabriel es un proyecto familiar que ha dado como resultado un pequeño hotel rural y restaurante con un espléndida puntuación en Tripadvisor. Los propietarios son muy hospitalarios; el trato es cercano y el ambiente, cálido y familiar. Se trata de un hotel rural encantador, rústico y acogedor. Además, el entorno es fantástico y tiene un amplia oferta de actividades culturales y en la naturaleza.
En el restaurante, apuestan por una cocina tradicional con productos de proximidad, ecológicos y de calidad. Ya sea para comer o para pasar unos días, es una excelente elección.
En la línea de los proyectos familiares, no podemos olvidar El Recó de l’Avi, en Guardiola de Berguedà. El Recó de l’Avi es el restaurante del hotel rural Casa Duaner i es un establecimiento mítico. Por qué? Pues porque es el restaurante del Avi del Barça. Sí, sí, ese que siempre sale en las fotos del Club con barba blanca y vestido de «culé». Eso sí, aunque no seáis del Barça –e incluso si no os gusta el fútbol– os trataran como si fuerais de la familia y comeréis muy a gusto. El Recó de l’Avi es un establecimiento familiar, acogedor y, sobre todo, muy y muy auténtico.


I ahora, mirando hacia el otro lado del Cadí, me veo obligada a recomendaros el Hotel Intrèpid de Pi de Cerdanya, aunque queda todo dicho con el 5/5 que tiene en Tripadvisor. Es un hotel rural Adult Only que ofrece un ambiente muy tranquilo y cómodo, ideal para estancias de grupos, empresas… ¡Y también para una escapada romántica! Se encuentra en una preciosa casa rústica de montaña, la antigua casa ceretana de Cal Bonet, completamente rehabilitada, pero manteniendo la estructura original. Así pues, es un establecimiento totalmente reformado, pero que no pierde el encanto rústico y cálido de las casas de montaña. Con servicio de alquiler de bicicletas y guarda-esquís, es perfecto para relajarse y sentirse como en casa tras un jornada de deporte y aventura en la montaña. ¡Y sin renunciar a ninguna comodidad!
No muy lejos de Pi, en Prullans, se encuentra el Hotel Muntanya. Es un fantástico hotel rural, integrado en el Cerdanya EcoResort. Lo tiene todo, desde tiendas de campaña hasta suites. Además, apuestan por la gastronomía sostenible: productos ecológicos, de proximidad y de temporada. Tengo que insistir en que visitéis su página web: encontraréis mil cosas por descubrir, desde consejos saludables hasta planes para escapar de la rutina.


Y, para acabar –tampoco quiero hacerme pesada–, subiremos de nivel: nos vamos al mundo del turismo rural de lujo hablando de La Vella Farga de Solsona. Se trata de un hotel rural encantador ubicado en una masía del siglo XI totalmente restaurada y habilitada para ofrecer las mejores comodidades en un entorno rústico, familiar y acogedor. Combina la piedra y la madera con un diseño contemporáneo, mobiliario de anticuario y elementos modernos y sofisticados, para ofrecer un hotel de lujo que no pierde la calidez de una casa rural. Además, también disponen de casas rurales privadas cerca del hotel…
El restaurante del hotel es un restaurante gastronómico, con cocina de autor basada en el producto de proximidad. Toda una experiencia en si mismo.
¿Qué más decir? Es un espacio cuidado al milímetro. Un hotel de lujo en un entorno privilegiado en el que disfrutar del silencio, la calma y el confort más dulce. Sencillamente, espectacular.
Cada uno de estos establecimientos tiene su magia. No hay dos iguales y todos ellos encarnan los principios del turisme rural: familiaridad, historia, tierra, sostenibilidad. Cada cual con su nota particular. Alojamientos auténticos, únicos y encantadores. ¡Vale la pena conocerlos todos!
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