Como ya sabéis, en Pedratour estamos profundamente comprometidos con el turismo inclusivo. Por eso, ¡este abril volvemos con una nueva edición de la Estancia 5 sentidos, una experiencia inclusiva y multisensorial en la que todo el mundo tiene cabida!
La Estancia 5 sentidos es una escapada de 3 días (2 noches) a Saldes, en la falda del Pedraforca, en la que haréis un montón de actividades para experimentar el territorio con los 5 sentidos. ¡Y es que la naturaleza puede disfrutarse de muchas formas distintas! La estancia está especialmente diseñada para poner este magnífico entorno al alcance de las personas con discapacidad, pero ¡cualquiera puede disfrutarla! Excursiones, catas de productos gastronómicos, talleres de flora, fauna y geología… ¿A quién no le gusta? Del 2 al 4 de abril, Pedratour os propone una serie de actividades para conocer esta zona y ponemos a vuestra disposición un guía con amplia formación, silla Joëlette, barra direccional, intérprete de lenguaje de signos, materiales táctiles… ¡Lo que haga falta para que nadie se pierda nada de este fantástico Parque Natural!
Las actividades que se hacen durante la estancia se adaptan a las necesidades y requerimientos específicos de cada grupo, pero, a grandes rasgos, consisten en trabajar distintos aspectos del entorno asociando un objeto de estudio a cada sentido, con ayuda de diferentes materiales que permitan que todos puedan disfrutar de esta experiencia, en el contexto de rutas por los alrededores del Pedraforca. El campo base lo tendremos en Saldes, donde nos alojaremos.
Así, el primer día llegaremos al alojamiento y, una vez instalados, daremos una vuelta de reconocimiento por el pueblo de Saldes. Por la tarde haremos otra excursión, por los alrededores de Saldes mismo o acercándonos a Vallcebre y las minas. El segundo día aprovecharemos para hacer una ruta de día entero, generalmente por la falda del Pedraforca. Para comer nos acercaremos al refugio Lluís Estasen, ubicado en un lugar encantador justo debajo las cimas, para disfrutar de un buen arroz de montaña en este emplazamiento privilegiado. El tercer día haremos una ruta por la mañana, generalmente bajando desde Saldes hacia Gresolet, siguiendo el río.
Es durante estas rutas que haremos los talleres para conocer e interpretar lo que nos rodea a través de diferentes sentidos. Iremos parando para tocar y oler las plantas que encontramos en el Parque Natural del Cadí-Moixeró y aprender a reconocerlas. Trabajaremos mucho con hierbas medicinales, puesto que en los valles del Pedraforca es importante el legado de las trementinaires y sus remedios, ¡seguro que descubrís muchas cosas nuevas!
También los sonidos nos acompañaran en nuestros paseos: el murmullo del agua de los arroyos, el canto de los pájaros, el viento entre las hojas… Prestaremos atención, sobre todo, a los sonidos de la fauna –especialmente las aves– y os explicaremos un montón de cosas sobre ella. ¿Sabríais reconocer el canto de un herrerillo? ¿Y el de un mirlo? Pero la fauna no solo se escucha: se ve, se toca, se huele. Por eso llevaremos huesos, pieles, plumas… Un conjunto de material que nos ayudará a sentir cerca los animales que conviven con nosotros en estas tierras.
¡Pero el territorio también puede saborearse! Productos vegetales y animales que encontramos en nuestra mesa y que salen de aquí, del entorno que estamos descubriendo. ¿Qué mejor que sentarse al lado de una poza, con el canto y la caricia del agua al lado, para hacer una degustación de productos locales? ¡Tenemos muchos y muy buenos!
¡Y no podemos olvidar la tierra en sí misma! Durante las rutas encontraremos singularidades geológicas –que el Cadí-Moixeró tiene muchas–, y hay que tener presente que esta fue una tierra minera y que acoge yacimientos paleontológicos de importancia internacional. Por eso, podremos trabajar también la geología de la zona, acompañando el taller con rocas y minerales que podremos tocar y aprender a diferenciar.
Habiendo experimentado diferentes aspectos singulares de este entorno con una proximidad a la que no estamos acostumbrados, también podemos dar un paso atrás y mirarlo a una escala mayor: durante nuestros paseos, y también subiendo a alguna cima o mirador, trabajaremos inevitablemente el paisaje –que es magnífico. Para las personas con discapacidad visual, tendremos siempre a mano mapas en relieve y fotografías panorámicas con todos los relieves de las montañas, pueblos y carreteras.
Una experiencia única e integradora que nos permitirá experimentar la naturaleza con plenitud y de muchas formas distintas. Una forma de descubrir el territorio a través de medios a los que no estamos habituados y con otras personas, sin barreras para el disfrute y la maravillosa sensación de percibir el medio natural. Sumérgete en esta experiencia inclusiva y multisensorial y fúndete con la naturaleza. Es mágico.
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